2.- Comprender. Ponte a su altura, míralo a los ojos y dile que entiendes su enfado.
3.- Expicar. Con palabras simples.
4.- Prponer. Una solución donde los dos salgan ganando. Deja que tu pequeño empiece a resolver problemas y dile que te diga que haría él.
5.- Reforzar. Cuando se haya calmado regenta le si tu actitud estuvo bien, y que te diga por qué cree que no lo fue. Pídele que te diga que pudo haber hecho.
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